10 razones por las que te encantará aprender italiano

Nota: Esta entrada fue escrita por una invitada*.

¿Sabías que Italia es el país de la pizza, la pasta y el helado, famoso por sus monumentos, paisajes, historia, gente encantadora y divertida? Seguro que conoces con detalle muchas de sus características, pero no has pensado en una de las más importantes: el idioma italiano, o como dicen en Italia, l’italiano. A continuación, te contamos 10 razones por las que te encantará aprender italiano. ¡Sigue leyendo para descubrirlas!

¿Por qué aprender italiano?

Iniciarse en una nueva lengua es un camino muy divertido que te llevará muy lejos. Aprender italiano tiene muchas ventajas. ¿Quieres saber cuáles?

1) Gestos no verbales (usando las manos)

Uno de los puntos más importantes del italiano son los gestos no verbales, muy importantes para comprender la cultura y la conversación que está transcurriendo. Seguro que el gesto del pico con la mano es primero que te viene a la mente, pero dominar el italiano te permitirá descubrir otros gestos italianos no verbales y todos los significados y asociaciones que tienen.

2) La gastronomía italiana y sus recetas

¿Quieres conocer los secretos de la cocina italiana? Si dominas el italiano podrás sumergirte en su cultura culinaria y aprender nuevas recetas para cocinar, de manera auténtica, la pizza, la pasta y el famoso postre italiano: el tiramisú, entre muchos otros. Pero no solo estos platos, el prestigio de la cocina italiana en general es enorme y sus recetas son un acierto seguro.

¿Cómo se dice: espaguetis o spaghetti? ¿Tallarines o tagliatelli? ¿Lasaña o lasagna? Deberás aprender platos típicos como “Penne all’arrabbiata”, “Farfalle al salmone”… Por otro lado, la “pizza Hawaiana” con piña está considerada en Italia como un crimen.

imagen de una pizza con arúgula sobre una tabla de madera

3) Facilidad de aprendizaje

¿Alguna vez has escuchado a alguien hablando en italiano? ¿Te parece que el castellano y el italiano se parecen o incluso puedes entender algunas palabras? Para los hispanohablantes, las lenguas que proceden del latín son mucho más sencillas, ya que tienen más o menos la misma raíz y siguen el mismo esquema para las variaciones y conjugaciones.

Esta facilidad es uno de los motivos por los cuales aprender italiano es muy buena opción, ¡ya tienes mucho adelantado! Aprender italiano con clases de italiano online es muy sencillo.

4) Expande tus oportunidades y fronteras laborales

Italia es la tercera economía de Europa, después de Alemania y Francia, ya que es un país con potentes industrias que siguen en crecimiento y expansión. La moda, los automóviles, el sector vinícola y la exportación cerámica son algunos de ellos. FIAT, Alitalia, Pirelli, Olivetti, Ducatti, Mediaset…

Por ello, cada vez son más las empresas que demandan conocimientos de italiano como requisito esencial para acceder a un puesto de trabajo, ya que es esencial para comunicarse con sus compañeros, filiales, clientes o proveedores del país vecino. Además, el dominio de idiomas siempre es un punto positivo a tu favor que te permitirá que tu currículum destaque sobre los demás.

5) Películas y música en versión original

Ver las películas en la lengua nativa de los actores, en este caso el italiano, permite captar mejor las intenciones, expresiones y connotaciones del lenguaje, las frases y las expresiones, por lo que entenderás la película mucho mejor. Del mismo modo, entendiendo las letras de las canciones podrás cantarlas a pleno pulmón, siguiendo cada una de sus palabras.

A continuación, te cuento una serie de recomendaciones de películas y cantantes de Italia que no debes pasar por alto.

Cantantes italianos que puedes añadir a tu playlist:

  • Fedez
  • Il Pagante
  • Matteo Faustini
  • Diodato

Algunas películas y series italianas que no te puedes perder:

  • La Dolce Vita – Federico Fellini
  • La grande bellezza – Paolo Sorrentino
  • La vita è bella – Benigni
  • Scusa ma ti chiamo amore – Federico Moccia

6) Libros y grandes obras

Del mismo modo, aprendiendo italiano también podrás llegar al nivel de entender los libros y grandes obras de la historia y de la cultura. Algunas de las recomendaciones que te traigo en este aspecto son:

  • La Divina Commedia de Dante Alighieri.
  • Las obras de Umberto Eco.
  • Le avventure di Pinocchio del autor Carlo Collodi.
  • 3 Metros Sobre el Cielo de Federico Moccia. (También disponible como película en Netflix).
  • Io non ho paura de Niccolò Ammaniti.
  • L’amica geniale de la autora Elena Ferrante.

7) Viajar a Italia e interactuar con la gente local

Cuando viajamos a un país, muchas veces tenemos dificultades para comunicarnos, ya que no conocemos el idioma. A veces, el inglés te salva de muchos apuros, pero otras no te sirve de nada. Imagínate que vas a un pequeño pueblo de la Toscana. Suena encantador, ¿verdad? Si quieres descubrir los rincones más bonitos y más escondidos de Italia tendrás que dominar el idioma, o al menos tener nociones básicas para poder comunicarte.

Además, si aprendes el italiano también podrás disfrutar de los bares, clubs y restaurantes que la gente local frecuenta, lejos de aglomeraciones turísticas. ¡Disfruta del «Bel Paese» al 100%!

8) Seducción

Para los románticos y amantes de la seducción, el italiano es una lengua que puede abrir muchas puertas y conquistar muchos corazones. Se considera el lenguaje del amor y, tanto por el acento como por la pronunciación, la melodía y la armonía, el italiano está considerado como uno los más sexys del mundo.

Además, ¡conocer varios idiomas y hablar en varias lenguas te hace resultar mucho más atractivo!

9) Reto y superación

Iniciar un nuevo proyecto como puede ser aprender una nueva lengua es todo un reto, y una manera de superarse a uno mismo, abriendo nuevos horizontes y expandiéndose todo lo posible. Así, estudiando, aprendiendo y superando los diferentes exámenes o niveles de italiano te llenará de satisfacción y orgullo, ¡eres capaz de hacer todo lo que te propongas!

Podrás presentarte a exámenes oficiales de italiano como el CILS (Universidad para extranjeros de Siena), PLIDA (Sociedad Dante Aligheri) y el CELI (Universidad para extranjeros de Perugia).

10) Conocer gente nueva

El último motivo que te doy para aprender italiano es conocer gente nueva y hacer amigos en otros lugares, ciudades y países. Nunca sabes dónde vas a descubrir una nueva amistad, ¡no dejes que el idioma suponga una barrera o un obstáculo! Además, los italianos son conocidos por ser espontáneos, sociables y muy acogedores.

Ahora que ya conoces los motivos principales por los que te animo a estudiar italiano, ¡solo te queda ponerte manos a la obra!

¿Te animas?

Buona fortuna con l’italiano!

*Valeria Biancalani es una filóloga italiana residente en España desde hace más de 15 años. Es la fundadora de la escuela Parlando Italiano, en la que se imparten clases de italiano de forma online y presencial.

8 mitos que te detienen para aprender francés

Nota: Este artículo fue escrito por un invitado*.

Justo antes de comenzar la travesía de aprender un nuevo idioma, nos atacan los miedos: ¿Será muy difícil? ¿Y si lo pronuncio muy mal? ¿Para qué lo voy a usar?

Aquí hemos hecho una lista de los 8 mitos más comunes que llegan a tu mente cuando estudias francés y las razones por las que NO son ciertos. 

MITO #1: El francés es muy difícil

Esto es FALSO. El francés es uno de los idiomas más sencillos de aprender, sobre todo si ya hablas español.

Al ser ambas lenguas romances (que vienen del latín), tienen muchas reglas y palabras iguales que te harán el proceso de aprendizaje más rápido y sencillo. 

De hecho, el español es MUCHÍSIMO más difícil de aprender que el francés porque tiene más palabras y más tiempos verbales.

Apenas comiences a practicar francés, verás lo sencillo que es. Como ejercicio, puedes buscar las palabras que son iguales en los dos idiomas 一o al menos, similares一.

Si estar en un salón de clases incrementa tu miedo de aprender francés puedes optar por estudiarlo de forma online. Esto te ayudará con tu miedo escénico y te sentirás más cómodo en el aprendizaje.

Puedes empezar por aprender las frases básicas del idioma y verás lo rápido que puedes avanzar.

MITO #2: ¿Para qué aprender francés si solo lo hablan en Francia? 

Esto es FALSO. Hay 29 países en el mundo que hablan francés y además, la lengua francesa se ha posicionado como una de las más importantes del mundo. Fue seleccionada por la Unión Europea como lengua diplomática y eso la hace muy comercial e internacional. 

Hay alrededor de 300 millones de francoparlantes en el planeta. Es la segunda lengua romance más hablada de todo el mundo, así que te funcionará no solamente para ir a Francia, sino para comunicarte con más de 300 millones de amigos. ¿Acaso hay algo mejor?

MITO #3: Necesito tener familia francesa para pronunciar bien

Esto es FALSO. Si bien la pronunciación francesa es una de las más delicadas, cualquiera con suficiente práctica puede lograrlo y hablar perfectamente.

El único beneficio de tener familia francesa, si hablamos de aprender el idioma, es que tendrías el oído acostumbrado a las entonaciones y eso facilita la pronunciación.

¿Cómo puedes pronunciar mejor?

Consume mucho contenido en francés. Películas, series, comerciales, canciones, todo lo que se te ocurra. Mientras más escuches el idioma, tu cerebro tratará de imitarlo y poco a poco pronunciarás mejor. 

El mejor consejo es que JAMÁS te apures ni exageres la pronunciación. Es mejor que vayas poco a poco a que hagas un intento caricaturesco de lo que crees que es el francés. 

MITO #4: Para aprender francés, TENGO que ir a Francia 

Esto es FALSO. Gracias a la versatilidad del idioma y a la popularización de la cultura francesa, puedes aprender desde cualquier rincón del mundo.

Según el Ministerio de Educación Francés, hay más de 120 millones de personas en este momento tratando de aprender francés.

Si bien puedes ir a Francia a perfeccionarlo, o incluso estudiarlo, hay millones de alternativas que te pueden ayudar a aprender desde donde estés.

Hay aplicaciones para el celular, clases online, talleres virtuales. De todo. Tienes un sinfín de opciones que NO involucran tomar un vuelo e incluso te permiten tener clases con el mejor profesor de francés.

Tu estrategia de aprendizaje dependerá únicamente de ti, pero no necesitas mudarte a un país lejano para aprender. Desde casa está más que bien. Pero con una condición: ¡Disciplina!

MITO #5: A los franceses les tienes que hablar PERFECTO y no lo lograré 

Esto es FALSO. Uno de los mitos más grandes sobre la cultura francesa es que a los nativos les molesta que no hablen bien su lengua.

Como buen país turístico, todos los franceses entienden que hay cientos de personas que visitan sus tierras con el propósito de mejorar su francés

Además, en Francia hay cientos de institutos dedicados únicamente a la enseñanza de francés, por lo que hay millones de estudiantes que como tú, buscan aprender a hablar. Nadie nace aprendido y todos necesitan practicar. No temas hablar con nativos, serán tus aliados para todo.

Si logras hacer amigos nativos, te aseguro que estarán más que felices de ayudarte. La historia de que los franceses son rudos o antipáticos cuando les hablas en otro idioma, es completamente falsa. ¡No tengas miedo! 

MITO #6: Aprender francés es muy costoso

Esto es FALSO. Si bien existen instituciones con mucha tradición en la enseñanza del francés con tarifas muy altas, en la actualidad tienes muchas opciones accesibles.

Puedes aprovechar Internet para encontrar opciones bastante económicas. No tienes que sacrificar la calidad de tu aprendizaje, incluso puedes estudiar con profesores que dan clases online, lo que sin duda será un plus en tu proceso de aprendizaje. ¡Viva la tecnología!

MITO #7: Tengo que ser EXPERTO en gramática para hablar bien 

Esto es FALSO. Sí, aunque te parezca extraño, es falso. No es necesario que seas un experto en gramática francesa para que aprendas a comunicarte cómoda y fluidamente. ¿Acaso eras experto en español cuando eras bebé? ¡No! 

Si bien la gramática te ayuda a formalizar tus conocimientos, lo importante es que con la práctica de hablar, leer y escuchar, pronto tu sentido común pueda hablar por ti y ayudarte a lograr la fluidez que deseas.

Si estudias francés en un entorno profesional, es importante que le prestes atención a la gramática, pero si buscas aprender por pasatiempo o porque estás enamorado de Francia, no tienes que preocuparte demasiado por saberte todas las reglas. ¡Tómatelo con calma! 

MITO #8: Para hablar francés, tengo que practicar MUCHO todos los días 

Esto también es FALSO. Bueno, al menos parcialmente. Si tu meta es mejorar tu francés y comunicarte de forma fluida, TIENES que practicar todos los días.

Sin embargo, no es necesario que estudies horas. Con dedicarle 10 minutos de tu tiempo a recordar lo que sabes de francés todos los días, harás del idioma un hábito y hablarlo será sencillo. 

¿Por qué practicar todos los días?

Nuestro cerebro está diseñado para trabajar con costumbres. Todo lo que haces, quieras o no, está marcado por una rutina. La forma en la que te cepillas los dientes, te pones la ropa, lavas los platos. Todo tiene un mecanismo prediseñado.

Practicar todos los días hará que el francés deje de ser un extraño para tu mente y se vuelva parte de tu cotidianidad.

Mientras más practiques, más cómodo te vas a sentir con el idioma y el miedo quedará a un lado. ¡Dedícate al menos 10 minutos al día! Verás las diferencias.   

¿Qué te parece?

Ahora que sabes que estos mitos son falsos, ¿estás listo para aprender francés?

¿Se te ocurre algún otro mito que te esté deteniendo?

*Olivier de www.francesconolivier.com, un francés (de Bordeaux) que vive en Colombia desde más de 4 años y se dedica a dar tips sobre Francia, el idioma y la cultura francesa.

¡Espero que lo hayas disfrutado!

El proceso simple para mejorar tu pronunciación

Como probablemente ya sabes, acabo de crear un programa nuevo llamado Pronunciation Practicums que te ayudará a mejorar tu pronunciación en el inglés (o el español, si no es tu lengua materna).

En él, te llevo a través de 7 pasos que, una vez llevados a la práctica, resultan muy simples y poderosos:

  1. Hacerte consciente de los 43 sonidos del inglés.

Los sonidos son una de las partes de la lengua que se adquieren cerca del “final” del aprendizaje. Es decir, necesitas tener gran parte del idioma en la cabeza para que puedas dedicarte a escucharlos y adquirirlos.

No entiendo muy bien por qué pasa esto, pero sucede. Por eso hay que hacerlos conscientes, porque rara vez pasa automáticamente.

2. Identificarlos cuando escuchas la lengua hablada.

Una vez que eres consciente de los sonidos, comienzan a saltar a tu oído.

En las canciones que ya escuchabas y que hasta te sabes de memoria, en las películas que veas. Siempre han estado ahí pero tu cerebro no te permitía escucharlos. Ahora ya puedes.

3. Reconocer las formas en las que tu cerebro hispanohablante los filtró

(y hace, por ejemplo, que la «th» de «this» acabe sonando como una «d» de «día»).

Existe un fenómeno llamado “asimilación” mediante el cual, cuando escuchas un sonido que no existe en español, tu cerebro te hace creer que suena como el más cercano a él que sí existe en español.

Si oyes la “i” de “bird”, vas a escuchar “clarito” una “e”, y la vas a pronunciar así. Todo esto, sin que te des cuenta. Pero no lo es, sino una vocal que no existe en español y que tienes que aprender a identificar.

4. Romper esos hábitos lingüísticos. 

Necesitas reconocer todos los momentos en los que ya tienes la costumbre de decir esa “e” que no es “e” y esa “d” que no es “d”, dejar de hacerlo y crear un espacio donde quepan los sonidos correctos.

4.5 Desbloquear las barreras mentales y/o emocionales que puedas tener. 

Por alguna razón, muchas personas están convencidas de que DE VERDAD no pueden pronunciar los sonidos. Maestros malos, intentos por forzar un sonido cuando el cerebro todavía no está listo para recibirlo, burlas, humillaciones, malas experiencias, creencias sobre cómo la gente te puede percibir, etcétera.

Todo esto se tiene que ir para que mejorar tu pronunciación no genere sufrimiento en tu ser y, sobre todo, sea un proceso que se pueda llevar a cabo.

5. Aprender a producir o pronunciar los sonidos reales del inglés. 

Necesitamos reentrenar tu aparato fonador (tu lengua, tus labios, tus dientes, tus cuerdas vocales, hasta tu saliva) para que produzca los sonidos que ahora ya escuchas. No te mentiré, al principio es incómodo pero después es divertido y te sientes como con superpoderes.

Mucha gente que enseña pronunciación realmente no sabe cómo decirte que pongas los labios o la boca para que generes cierto sonido.

Yo he adquirido a lo largo de los años un montón de trucos del tipo “Ok, estás haciendo una ‘a’ pero ahora haz los labios más hacia los lados” que sí funcionan y que hacen que las personas digan “Ahhhh” y lo puedan hacer por sí mismas.   

6. Practicar hasta que sean parte inalienable de ti. 

Esta parte es la que más depende de ti. De verdad me gustaría que hubiera un sustituto de la práctica porque a veces se siente lento y desesperante pero no la hay. Se necesita repetir y repetir las cosas hasta que estén completamente integradas a ti.

7. Integrarlos en el inglés que hablas espontáneamente. 

Ya que tienes cada sonido hecho consciente, ya que rompiste el hábito que tu cerebro hizo sin pedirte permiso, ya que practicaste los nuevos sonidos y ya pudiste hacerlos sin pensarlo, ahora estás lista(o) para que surjan de ti automáticamente cuando hablas.

Felicidades, mejoraste tu pronunciación.

Lo mismo se hace con la entonación (prosodia) y con un montón de cosas más que pueden hacer que tu inglés suene mejor a los oídos de quienes te escuchan hablarlo.

Como dije en la página del programa, la mayor parte de esto va sucediendo inconscientemente. No necesitas hacer un gran esfuerzo ni memorizar la gran cosa. 

Es mucho más simple de lo que parece (aunque no digo que siempre vayas a sentir que es fácil; hay algunos sonidos un poco truculentos). 

Y he visto a personas «negadas» replicar sonidos que nunca habían siquiera escuchado conscientemente. 

Muchas personas que enseñan pronunciación parten de la grafía, es decir, de la parte escrita de la lengua y te explican todas las formas en las que suena la «t» cuando la ves en un texto.

El problema con este enfoque es que:

a) el inglés no es una lengua que suene como está escrita, a diferencia del español; de hecho se podría decir que hace lo que quiere cada vez y tiene casi más excepciones que reglas y

b) es mucho mejor desconfiar de la grafía y saltarte la parte escrita. Si quieres aprender a escuchar y pronunciar tienes que partir de la lengua hablada y quedarse ahí.

No necesitas los textos de intermediarios, son una distracción y te puedes abrumar con tanta información.

En fin.

El proceso de arriba es lo más cercano a la magia que he visto, y quiero compartirlo contigo porque me encanta ser testigo una y otra vez de cómo las personas mejoran su pronunciación a pasos agigantados. 

Lee más sobre el programa si esto suena (ja) como algo que te interesa: 

Pronunciation Practicums

El último día para apartar tu lugar (sin hacer ningún pago aún) es el miércoles 9 de octubre.

Amiga, date cuenta. Solo son idiomas

Esta entrada es un poco diferente a las demás que he escrito.

Estructuralmente está «dirigida» a mujeres heterosexuales pero en realidad es para cualquier persona que se identifique.

Surge de que noté, en la conversación con algunas de mis amigas, cómo el factor «idiomas» influye mucho en la percepción que tenemos de las personas y de sus cualidades.

Suelo escuchar que la gente dice «Es que habla

CINCO

idiomas» como si eso fuera una especie de garantía de que una persona es, toda ella, admirable y lo más cercana posible a la divinidad.

Obviamente, no le quita mérito a nadie hablar varias lenguas.

Sobre todo si se vive en un país con una sola lengua oficial, sí se podría considerar un logro.

Pero, si nos ponemos muy realistas y si pensamos en términos sociales, la mayoría de las veces, el número de lenguas que una persona conoce nos habla más de sus privilegios que de sus cualidades morales.

Es decir, como mencioné en una entrada anterior, es más probable que una persona hable más lenguas si ha podido viajar a o estudiar en otros países o ha tenido más dinero para pagarse clases particulares, o incluso si no tiene que dedicarle tiempo a labores del hogar, por ejemplo, porque alguien más las hace en su lugar o porque puede pagar para que otra persona las lleve a cabo.

No siempre es el caso, evidentemente, pero como regla general funciona.

Muchas personas, pero sobre todo algunos tipos de mujeres intelectual(oid)es, tendemos mucho a irnos con la finta del CV:

Si conocemos a alguien que…

  • Estudió en una universidad de renombre
  • Habla tres o más idiomas
  • Hizo su tesis de maestría de algo súper abstracto y filosófico / denso e ininteligible / oculto
  • Ha viajado un montón o por lo menos a dos continentes distintos
  • Tiene la piel blanca o ascendencia europea y se ve que sus papás tienen dinero

…caemos redonditas y asumimos que es la mejor persona del mundo, que es lo que estábamos buscando.

Nuestra inteligencia no nos salva en estos casos. Nuestra experiencia y nuestra propia formación académica, tampoco. Estamos programadas para reaccionar casi con aplausos a este tipo de perfil.

Sobra decir que casi siempre esto nos mete en problemas, por la simple razón de que confundimos un CV «interesante» con una vida interna íntegra y un desarrollo emocional llevado a cabo con éxito (lo que sea que eso signifique).

Se nos olvida que aunque un hombre tenga dos postdoctorados puede ser violento, o que puede contribuir a que participemos en una relación tóxica.

Con esta entrada no pretendo tanto hacer una crítica sino solo nombrar que esto pasa, enunciarlo y hacerte saber que no eres la única persona a la que le ha sucedido (en dado caso).

A mí misma me ha ocurrido, más veces de las que quiero admitir.

Obviamente, está muy bien si la persona que conoces tiene un CV increíble, entiende 8 lenguas Y además es una gran persona con la que eres compatible al máximo y se aman y bla. ¡Bien por ti!

Mi mensaje es:

No eres parte del área de Reclutamiento de una empresa. No te dejes llevar por el CV de una persona antes de realmente conocerla (se dice fácil, ¡ya lo sé!).

No pienses que las personas que han tenido la oportunidad, el privilegio o la suerte de aprender otras lenguas son mejores que las que no.

A veces pienso que en ciertas partes del mundo, saber idiomas distintos a la lengua materna está demasiado bien visto, se le otorga demasiado estatus; es un hecho al que se le confiere una cantidad muy alta de puntos positivos y de pulgares arriba.

Como dije, sé que tiene su mérito. Si lograste aprender una lengua después de luchar años y años por ello, a pesar de todos los obstáculos que pudiste haber tenido y demás, estoy muy orgullosa de ti y muy feliz por ti. Jamás te quitaría tu logro.

Por otro lado, y como he dicho en entradas anteriores, no tiene nada de malo que una de tus motivaciones para aprender lenguas sea que otras personas te admiren. Está bien, es válido y hasta puede ser positivo.

Solo me gustaría que socialmente no pareciera implicar un nivel de grandeza moral que, desde mi punto de vista, no viene tanto al caso.

O tú, ¿qué opinas? ¿Le has visto cualidades morales positivas a alguien solo porque conoce otras lenguas?

Deja que la gente sufra

El otro día, estaba en la fila para tomar un camión y una chica se me acercó a preguntarme si era el que iba para X.

Noté que no era de aquí porque tenía un acento bastante evidente (aunque no logré descifrar de dónde era) pero hablaba un español muy bueno, no dudaba de las palabras que escogía para hablar y le funcionaba más que bien para comunicarse.

Mi primer impulso fue preguntarle de dónde era para ver si yo conocía su lengua materna y poder practicar con ella, o simplemente para ver si hablaba inglés. Lo típico que nos dan ganas de hacer con los extranjeros.

Pero me detuve porque ya lo he pensado y me estresa que la gente haga eso.

¿Por qué?, te preguntarás

Supongamos que tu lengua materna es el español y que has estado practicando y estudiando francés como si no hubiera mañana.

Un buen día vas a Francia como turista, o a tomar un curso de gastronomía, y hablas francés. Como te sale, con todo y acento, con todo y pausas y muletillas.

Y la gente lo nota y te pregunta de dónde eres. De [hispanohablantelandia], dices. ¡AH!, te contestan,

y se ponen

a hablar

en #$%&

español.

En ese momento, odias tu vida porque no fuiste a Francia a que los franceses practicaran su español. Estás ahí para practicar tu francés.

Y si hablan contigo en tu lengua no te están dejando practicar. Están siendo un poco egoístas…

Otro escenario

Supongamos que pasa lo mismo que en la situación de arriba excepto que la persona con la que estás conversando no habla español.

Tú estás intentando hablar francés y tiene la paciencia de escucharte aunque se desespere porque todavía no hablas tan rápido.

Te va corrigiendo de vez en cuando y de repente quieres decir un número (sí, es normal que a los estudiantes de lenguas nos cueste, en general, mucho trabajo decir rápido los números) y estás buscando en tu mente el recuerdo de tus primeras clases y haciendo tipo matemáticas mentales y en eso la persona te interrumpe: «Quatre-vingt dix!»

Tú la odias porque no te dejó acordarte pero sonríes porque hay que ser amables y hasta le das las gracias, pero en el fondo hubieras preferido que te dejara traer esa información de tu cerebro a tu lengua.

Otra historia

Un día estaba con unas amigas en un café en un lugar muy turístico de la ciudad y llegó una chica con un acento muy marcado (que sonaba como si su lengua materna fuera ruso o uno de esos idiomas) para hacernos un par de preguntas y pedirnos que le tomáramos una foto con un adorno que había en la pared.

Sabía muy poco español pero se veía que lo estaba intentando. He visto cómo muchos otros extranjeros ni siquiera lo intentan y te hablan en inglés aunque saben que no es la lengua oficial de México, por ejemplo, pero este no era el caso. 

Yo la estaba viendo con mucha atención para escuchar lo que decía y tener más probabilidades de entenderle y se veía que le estaba costando trabajo, por lo que una de mis amigas me dijo: Tú sabes inglés, ¿no? ¿Por qué no la ayudaste?

Le contesté que era porque si estaba aquí era probablemente porque quería practicar o aprender español.

Porque si ella quisiera hablar inglés o su lengua materna, hablaría inglés o su lengua materna, o preguntaría si alguien usa esos idiomas.

Porque hay que dejar que a la gente le cueste trabajo hablar tu lengua porque sólo así algún día los caminos neuronales en su cerebro se van a consolidar, a través de la práctica, hasta que algún día sean automáticos.

Porque si les hablamos en inglés o si les adivinamos las palabras o les soplamos las respuestas cuando no nos las piden, no les estamos ayudando.

Porque a menos que sea una situación de emergencia o de vida o muerte, no tiene ningún sentido apresurar la conversación de la persona que no domina la lengua, sobre todo si se ve feliz de que lo está logrando.

Porque muchas veces interrumpimos a alguien preguntándole de dónde es y qué lengua habla por nuestras razones, no por las suyas.

Piénsalo: la última vez que abordaste a un extranjero ¿fue por ayudarlo o fue por presumir que conoces su lengua? No tiene nada de malo, pero la honestidad es una cosa hermosa.

Porque queremos sentirnos como los héroes del día al “evitarle el sufrimiento” a la persona que está teniendo dificultades encontrando las palabras.

A menos que de verdad veas que están sufriendo (lo vas a ver en su cara), o te lo digan, o te pidan ayuda con señas o empiecen a gritar en otra lengua para ver si alguien puede entenderlos, deja que la gente «sufra».

No seas ese nacional incómodo que impide que las personas que quieren aprender la lengua practiquen.

Si en tu escuela o trabajo o algún lugar que frecuentes seguido hay una persona de otro país o que hable otra lengua, con el paso del tiempo te enterarás de dónde es y qué lengua habla y cuánto tiempo piensa estar aquí. No necesita ser lo primero que le preguntes.

Si es alguien que te pide ayuda en la fila del camión, quizá puedas ahorrártelo. (Recuerda, es tu curiosidad lo que te está motivando, piensa en que la otra persona probablemente tiene que responder esa pregunta 34.5 veces en un día).

Si ves que una persona tiene acento al intentar hablar tu lengua, deja que se esfuerce, no le hables más fuerte de lo normal (!), usa palabras normales y sólo da información que crees que es útil si te pregunta.

Sé que no voy a poder cambiar este hábito tan arraigado que tenemos en muchos países de hacerle una fiesta extrema a las y los extranjeros (DE DÓNDE ERES QUÉ BIEN HABLAS QUÉ BONITOS OJOS SAL CONMIGO PARA QUE ME ENVIDIEN) pero sí puedo influir en ti para que pienses más en la otra persona y en lo incómodo que debe ser que no te dejen hablar en la lengua que estás intentando aprender y perfeccionar.

Además, qué triste es pensar que si no le tienes paciencia a las personas que están practicando tu lengua, no les estás dejando sentir la satisfacción de:

Wow, hoy tuve una conversación entera con una persona en la fila del camión sin que me preguntara de dónde soy, tal vez eso significa que ya me estoy pudiendo comunicar a un nivel de comunicación y no de persona que solo balbucea y nunca lo logrará.

¿No te gustaría sentir eso tú con las lenguas que has aprendido o estás estudiando?

Obviamente, tú tendrás el mejor juicio in situ y sabrás si es momento de adivinarle la palabra a la persona con la que estás o no, o si es una situación riesgosa y es importante comunicarse como sea y rápido.

Desde luego, no estoy hablando por todos los extranjeros del mundo. Habrá quien sí ame que le pregunten todo el tiempo de dónde es y que le hagan la gran fiesta del mundo por su acento o su color de piel. Hay de todo en la viña del señor. 

El único mensaje de este texto es:

Deja de lado tu ego y tus ganas de impresionar y si ves que alguien está haciendo un esfuerzo por practicar tu lengua, y sientes que necesitas salvarla(o) de su “sufrimiento”, no lo hagas.

Deja que lo intente. Deja que las palabras vengan a su mente. Deja de querer lucirte frente a ella o las personas que están alrededor.

Paradójicamente, vas a acabar dando una mejor impresión.

O al menos eso pienso yo.

¿Qué opinas?

Cómo perdí el miedo a hablar inglés

Durante varios años, no hablé inglés a pesar de que ya sabía inglés.

Si has estudiado (en mayor o menor medida) esta lengua toda tu vida, como muchas personas en países de habla hispana, seguramente entiendes a qué me refiero.

Tienes toda la gramática en la cabeza, entiendes lo que escuchas y lees, hasta encuentras errores en posts de Facebook escritos en ese idioma, pero no lo usas mucho que digamos para hablar-hablar.

Yo estuve así muchos años, hasta que me empecé a obsesionar con los blogs por ahí del 2010. Hasta creé uno, el que estás leyendo, hola.

Los que leía eran escritos por personas de Irlanda, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia. Y aunque empecé leyendo a Benny, el políglota irlandés, poco a poco los links me comenzaron a llevar a páginas de coaches y gente por el estilo que ya no tenía nada que ver con los idiomas.

Algunos de ellos, en diferentes ocasiones, ofrecían sesiones gratuitas para que conocieras sus servicios, por ejemplo, o para que averiguaras si eras un buen match con su forma de trabajar.

Yo las tomaba porque de verdad me interesaba genuinamente eso. Y hablaba inglés como efecto secundario.

Las primeras veces me ponía super nerviosa y me daba cuenta de que no me entendían bien. Una vez, quise decir “medicamentos” y dije drugs porque en ciertos contextos así se dice, pero por una mezcla rara de sociolingüística y dialectología, acabé dando a entender que me drogaba, cosa que no hago ni me interesa.

Poco a poco, y a lo largo de todos estos años, he ido participando llamadas (casi todas por Skype) de infinidad de temas, individuales y grupales, en cursos, conferencias, webinars, y decenas de horas de interacciones con personas de habla inglesa, de muchos lugares del mundo.

Cuando menos me di cuenta, ya no me sentía nerviosa. Ya no me encontraba en situaciones vergonzosas. Ya hasta podía hacer bromas y la gente se reía.

Cuando eran llamadas grupales, empezaba a escuchar cómo decían “As Georgina said…”, y me llenaba de emoción y felicidad que otra persona no solo comprendiera mi mensaje sino que hiciera referencia a él.

Debo confesar que me hice adicta a esa sensación.

A poder decir:

yo
hablo
inglés

y la gente me entiende

siempre había soñado esto

Disculpa

Al principio, antes de empezar a hablar, decía —como para sentir que estaba evitando burlas o algo parecido—: «Perdón, es que el inglés no es mi lengua materna».

Después vi que era totalmente innecesario, no porque hable como nativa (creo que me acerco mucho pero dudo que alguien pudiera confundirme con una estadounidense, por ejemplo) sino porque cuando no lo decía, nadie hacía ningún comentario al respecto del tipo: «¡Qué bien hablas!».

(Eso se le suele decir a la gente cuando no habla bien, pero se ve que lo intenta mucho. ¿Lo has notado?).

Como no eran personas con las que estaba hablando para aprender inglés, sino con el fin de usar la lengua como medio de comunicación, no me corregían.

Seguramente te estarás preguntando cómo fui subsanando mis errores si no me hacían correcciones.

La respuesta:

si de algo me sirvió estudiar lingüística durante más de cuatro años, además de toda la experiencia que he acumulado al escribir este blog y hablar con sus lectores, fue para mejorar mi inglés con una minuciosidad deliciosa.

Yo misma iba usando mis propios métodos y mis conocimientos (sobre todo de fonética) para ajustar los detalles que veía que me faltaban.

Ahora, después de ocho años de hacer eso (y otras cosas más, como literal ponerme a practicar vocales), me siento profundamente confiada cuando tengo que hablar inglés.

Y, obviamente, como es un proceso que realmente nunca se termina, lo sigo haciendo.

¿Mi inglés es perfecto? No.

Ni siquiera mi español lo es. Y estoy bien con eso.

Aun así, busco todas las oportunidades que puedo (no solo en Internet, también en la vida real) para usar mi inglés, porque lo amo y porque me parece maravilloso cada vez.

Creo que es una sensación que nunca voy a dar por hecha en el sentido de decir, Ah sí, hablo inglés pero también duermo todos los días, como sea.

Es algo que me genera endorfinas cada vez que siquiera pienso en ello.

Esto no quiere decir que te vas a tardar ocho años en pasar del estado de “sé inglés pero no lo hablo tan bien” a “hablar inglés es parte inherente de mi vida y lo amo”. Yo no me tardé tanto, en realidad fue mucho menos.

Hay gente que pasa por este proceso en pocos meses cuando tiene gente que le corrija y le enseñe, por ejemplo. Hay gente que se va a vivir a un país de habla inglesa y en semanas lo logra.

Solo te estoy contando mi historia porque así fueron los hechos.

Entonces,

le perdí el miedo a hablar inglés…

Lanzándome a hablar antes de que me sintiera realmente lista.

Aprendiendo a tomarme un poco menos en serio.

Tomando oportunidades para practicar pero no necesariamente con esa finalidad.

Usando mis conocimientos de fonética y lingüística y adquisición de lenguas extranjeras.

Escuchando música, podcasts y entrevistas con devoción fonológica.

Hablando con un montón de gente de varios dialectos del inglés.

Imitando a las personas cuando decían ciertas cosas que no había oído.

Cazando muletillas y copiándolas.

Dejando de pedir disculpas por que el inglés no sea mi lengua materna.

Soltando la idea de perfección.

Atreviéndome a sonar ridícula.

Dándome permiso de cometer errores, incluso frente a otras personas.

Haciendo que no importara cuando se reían (no burlaban) de mí por decir palabras que no eran.

Queriendo mucho hacerme entender y solo dejándome llevar por las conversaciones.

En resumen, el miedo se me fue quitando solo a medida que veía que no se iba acabando el mundo.

Los nervios se fueron reduciendo.

La satisfacción y la alegría tomaron su lugar.

Y ahora sé que eso es accesible para cualquier persona que lo intente con los medios adecuados. No es nada que otra persona no podría hacer. 

Si lo has intentado por tu cuenta o con clubes de conversación en academias y no ha funcionado, tengo un programa llamado Conversation Practicums que te puede ayudar.