Instrucciones controversiales para leer en otro idioma

Yo sé que te gusta leer. ¿Qué tantos textos lees en el idioma que te interesa? Aquí te expongo una herramienta infalible pero algo controversial para que leer en otro idioma te sirva al máximo.

Nota: En esta entrada hablo de textos en general (no sólo literarios, o periodísticos, o blogs). Lo que esté escrito (de preferencia por un nativohablante) en otro idioma.

Flat Éric has a brain

Por qué leer es útil

Cuando tienes un texto frente a tu nariz, tienes un trozo de lenguaje enfrente. Como no se mueve, la puedes estudiar todo el tiempo que necesites.

Leer en otro idioma es de lo que más te sirve para que la estructura de la lengua se vaya introduciendo a tu cerebro.

Como tal vez te has dado cuenta, hay varios niveles de atención cuando lees un texto:

1. Cuando pasas tus ojos por un texto y al mismo tiempo piensas en otra cosa. «¿Qué acabo de leer?» (No sirve de mucho leer así).

2. Cuando lees y te fijas en las palabras, no tanto en su contenido o significado, sino en la relación que tienen entre ellas.

Por si te da curiosidad: yo estuve mucho tiempo leyendo así. No entendía casi nada, cuando terminaba de leer, era como si hubiera perdido mi tiempo porque no aprendía nada. Pero–eso sí–encontraba errores tipográficos y de ortografía, preposiciones que no van, traducciones que sonaban raro… Ahora, después de entrenarme, puedo hacer dos cosas a la vez (en un momento te explico con más detalle). Yo no te recomendaría leer así. Te pierdes de mucho. 

3. Cuando te concentras tanto que te hipnotizas y no percibes lo que hay a tu alrededor. Esto pasa cuando te fijas en el contenido, es decir, el mensaje que el texto te quiere dar. (Sirve más leer así)

4. Cuando lees críticamente y te detienes muchas veces a pensar si estás de acuerdo o no, o buscar una relación entre el contenido y tu vida cotidiana o con otros datos que tengas en tu cabeza. (Sirve muchísimo, es la mejor forma de leer)

Al leer en otro idioma, si quieres adquirir la lengua, lo mejor es entrenarte para poner tu atención en las palabras más que en el contenido o la historia.

Según algunos estudiosos de este asunto, el simple hecho de leer pasando tus ojos por el texto y fijándote en el contenido hace que la lengua se adhiera a tu cabeza. Sin embargo, yo sé que es necesario un trabajo de conciencia para que ese proceso se vuelva mucho más rápido.

¿En qué consiste leer así?

Hay que adquirir práctica. Antes de que te vuelvas un experto lector de lenguas extranjeras, lo mas probable es que tengas que hacer lo siguiente:

  1. Elige un texto no muy largo, no muy difícil, pero del cual puedas aprender. Que sea un reto. Y un texto real. ¿No sabes dónde buscar? Por ahora, Wikipedia es tu mejor aliado (salvo si estás en el abominable nivel uno).
  2. Léelo una vez sin buscar entender aquello de lo que habla. Usa tu diccionario, haz notas. Ve la lengua como si fuera un bicho bajo el microscopio. Muy probablemente te costará trabajo hacer esto porque seguramente (a menos que leas como yo leía), no lo haces con tu lengua materna, pero algún día comprenderás a lo que me refiero.
  3. Una vez que hayas aprendido nuevo vocabulario, construcciones interesantes; una vez que hayas confirmado tus hipótesis acerca de cómo se ordenan ciertas palabras, estás listo para el tercer paso: Leer por segunda vez, poniendo mucha atención en el contenido, para averiguar de qué habla el texto.

Con el tiempo, podrás desarrollar la habilidad de hacer ambas cosas a la vez. De hecho, ya lo haces, cuando al leer en tu nuevo idioma te das cuenta de que vas entendiendo justamente porque te salta a la vista una frase complicada que desconoces. Cambias de foco, como si fueras la lente de una cámara, de las palabras al contenido y de regreso.

La idea es que, para aprovechar lo más posible cuando lees un texto en otra lengua, te entrenes a hacerlo más seguido.

Leer no es todo

Una de las cosas que más me gusta de la lectura es la gran variedad de textos, contenidos y estilos que hay por descubrir. Puees leer desde la Biblia hasta una revista de repostería, pasando por un compendio de ensayos filosóficos y un libro de física cuántica.

Si eres lo suficientemente curioso y encuentras textos de calidad, podrías verte tentado a quedarte leyendo toda la vida (Oh, sí, yo también sé de eso). Sin embargo, a tu nueva lengua no le conviene esto. Ella quiere ser usada. Leer te servirá, y mucho, pero no es todo.

Por lo tanto, si te quedas a leer, recuerda que es bueno, pero que no lo es todo. Hay más afuera, personas maravillosas con las que puedes practicar y que aportan otro tipo de experiencias a tu vida, cosas que un texto nunca te va a dar.

Entonces: Lo que se puede hacer con esto es leer para mejorar tu ortografía y escritura en otro idioma, practicar el cambio de foco, aprender lo que los textos tengan que transmitirte, usarlo como tema de conversación y hablar con alguien sobre ello. En otro idioma. 😉

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