Dos lecciones salseras para los idiomas y la vida

Llevo poco más de un año yendo a clases de salsa.

(Más específicamente, salsa on one) (por si quieres buscar videos).

Era uno de mis sueños más anhelados; hasta llegué a escribir aquí hace algunos años que quería hacerlo.

Un buen día de febrero, un amigo me dijo que había un lugar bueno, bonito y barato cerca de mi casa y que a él le gustaba mucho, que intentara ir.

Entonces fui y algo se acomodó dentro de mí y ahora no puedo dejar de ir.

LITERAL.

En todo este tiempo, he notado y entendido un montón de cosas que se pueden aplicar a cualquier tipo de aprendizaje. Obviamente, eso incluye al aprendizaje de idiomas.

Lecciones aprendidas:

  1. «Si solo sigo yendo, no puedo no seguir aprendiendo».

Soy una de las personas más impacientes que conozco. Quiero que las cosas se den ya, y bien a la primera.

Pero la vida no es así. Nonono.

Donde tomo clases hay nueve niveles. Puedes ver todos al mismo tiempo. Cuando llevaba como un mes de clases y no estaba avanzando tan rápido como según yo me hubiera gustado (un parámetro totalmente arbitrario, por cierto), me empecé a desesperar.

Quería avanzar más rápido pero las cosas simplemente llevan el tiempo que necesitan llevar. No se puede forzar el aprendizaje.

Estuve a punto de abandonar las clases varias veces por esa misma desesperación y porque #perfeccionismo pero me detuve a mí misma y me dije:

Esto no se aprende en un día. Es un proceso. Que lleva tiempo. Los procesos se dan a lo largo de las semanas, los meses y los años. La única forma de permitir que el proceso se lleve a cabo es evitar que se interrumpa.

Por lo tanto, la clave es seguir viniendo y confiar en el proceso. Si no dejo de venir, va a ser inevitable aprender. Solo va a suceder, haga lo que haga. Necesito dejarme llevar y confiar.

(Easier said than done, I know!).

Y entonces escribí en un lugar donde lo podía ver frecuentemente: «Si solo sigo yendo, no puedo no seguir aprendiendo».

Como por arte de magia, dejé de sentir esa prisa interna y la desesperación.

Sé que muchos aprendices de idiomas, sobre todo adultos que intentan adquirir el inglés por enésima vez, sienten esta misma prisa, esta sensación de que deberían reponer el tiempo «perdido».

Si tienes un buen método, y si ya por fin encontraste un momento en tus semanas para rodearte de la lengua en cuestión, el siguiente paso es confiar en el proceso y seguir «yendo».

El aprendizaje va a suceder. Lo que te está haciendo ruido es tu mente. Pero la buena noticia es que le puedes decir: «Gracias por tu opinión, pero te voy a dejar de poner atención».

Nota: Si tu método es malo o no te gusta o no te funciona, quizá esto no aplica tanto. Esta lección probablemente le sea más útil a las personas, como yo, a las que les cuesta confiar en los procesos y en que las cosas llevan tiempo. Toma lo que te sirva y deja el resto 🙂

2. Algunos días van a ser mejores que otros y está bien

Aunque amo ir a mis clases y cuando dejo de ir por un par de semanas me empiezo a sentir mal hasta físicamente, hay días en que no me siento tan feliz de haber ido.

Algunas clases son increíblesnoinventeslomáximo pero otras solo son… clases.

A veces he ido con dolor de estómago, con tos, con cansancio extremo (nivel: me he tenido que ir a la mitad).

Una vez un [hombre] me dijo algo que me generó mucho enojo y como no pude defenderme porque estoy programada, al igual que el 98% de las mujeres, a solo sonreír y no buscar conflictos, mucho menos con los hombres, me enfermé de la garganta.

Pensé en dejar ir porque se había hecho un trauma en mi cuerpo (además de que me duró como dos semanas la gripa) pero después dije, no le voy a dar tanto poder a un #»$%!» y no voy a dejar que me arruine mi alegría.

Otras veces ha habido clases super aburridas en las que sentí que no aprendí nada.

Pero, por el contrario, ha habido momentos de mucha pero mucha felicidad, de placer genuino, de risas, de conexión dancística y de conocer gente bonita.

Ha sido toda una prueba para mi resiliencia y mi capacidad de adaptación (la cual, lo admito, no suele ser mi fuerte).

Pero he seguido yendo porque ver arriba. Y ha valido la pena.

Lo que he notado es que solemos detenernos a la mitad de un proceso cuando hay una situación desagradable. Es decir, tiramos la toalla al primer «día feo».

Esto tiene todo el sentido del mundo, y mentiría si dijera que yo no he abandonado algunos proyectos o cursos por eventos dolorosos.

Nuestro organismo nos quiere proteger de lo que nos puede generar daño, y asociamos una sensación desagradable o sentirnos «mal» con un potencial riesgo. Obviamente lo queremos evitar.

Pero, en ocasiones, le damos demasiado poder a un evento negativo. Borramos de nuestra memoria todos los momentos buenos o neutrales y la totalidad de nuestro proyecto se tiñe del único momento desagradable que hubo.

Ayuda mucho ponerlo en perspectiva y decir:

Este momento desagradable fue solo uno de tantos momentos, tanto agradables como feos, que va a haber.

No necesito darle tanta importancia. No significa que siempre va a ser así. No significa que estoy en peligro.

(A menos que realmente lo estés, en cuyo caso tú sabrás mejor dadas tus circunstancias específicas).

Puedo lidiar con la incomodidad. Las sensaciones incómodas en mi cuerpo solo son eso; no tengo por qué añadirles un significado apocalíptico que no tienen.

Algunos días son mejores que otros y está bien. No significa nada malo sobre ti ni sobre el mundo.

Salsa = terapia

He aprendido y me he dado cuenta de infinidad de cosas sobre mí y el mundo (sobre todo de las relaciones entre hombres y mujeres) gracias a la salsa.

Siempre digo que es como otra terapia para mí.

Podría escribir más lecciones de este tipo pero por hoy estas dos están bien. 🙂

¿Qué opinas?

¿Algo «totalmente» no relacionado con los idiomas te ha dado pistas o claves sobre cómo mejorar tu aprendizaje o tu acercamiento a las lenguas?

O: ¿qué lecciones puedes extrapolar de alguna actividad que lleves a cabo (pintar con acuarelas, meditar, o incluso tu trabajo del día)?

Hagamos un compendio fabuloso en los comentarios. :3

2 comentarios en “Dos lecciones salseras para los idiomas y la vida

  1. Yo algo que aprendí cuando quería aprender a tocar la guitarra (y que tambien se usa con los idiomas) es dejar descansar el cuerpo y/o la mente despues de entrenar mucho. Me acuerdo que como yo era principiante me costaba todo y al principio es agotador tocar un instrumento cuando no estas acostumbrado, pero notaba que cuando dejaba pasar 1 o 2 días sin tocar, despues volvía y «magicamente» había adquirido nuevas habilidades, salía todo con mas facilidad. Desde ese momento todo lo que aprendo lo hago así (los idiomas incluidos), intercalando periodos de estudio y periodos de descanso.

Vamos, di algo...

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