Durante varias semanas (¿o fueron meses?) me di de topes contra una pared invisible.
Llegaba a mi casa a las 7:00 pm, me sentaba a escribir o a leer o a hacer cualquier cosa para la que necesitara concentración, y cuando menos me daba cuenta, eran las 10 de la noche, tenía hambre y sueño y no había hecho lo que me había propuesto.
Lo peor era que no entendía qué rayos había pasado, simplemente me frustraba, me prometía que al día siguiente sería diferente y la historia se repetía.
¿Por qué no estaba logrando hacer lo que quería?
Un buen día, no recuerdo muy bien cómo fue, pero me di cuenta de algo que parece totalmente obvio pero que—lo juro—no había notado: no me distraía, me distraían.
No me había dado cuenta de que las personas con las que vivo llegaban a las 8:00 pm, la hora en la que yo había por fin logrado concentrarme, y aunque no me hablaran directamente, hacían un montón de ruido y se comunicaban en voz alta de cuarto a cuarto, platicando de cosas que ni me interesaban ni me eran totalmente indiferentes pero que lograban que rompiera mi tan preciada concentración.
A veces sí me hablaban directamente y me pedían favores, o ayuda, o pasaban a saludarme o a contarme su día, frente a lo cual yo no reaccionaba con mi atención plena, sino—lo confieso—esperando a que se fueran. (No porque los odie sino porque ya estaba en “modo de concentración”).
Bien dicen que si no puedes contra el enemigo, te le unas, pero el primer paso, creo yo, es identificar y observar a este “enemigo” (que en realidad solo es una situación, neutral en sí misma).
En mi caso, puse muchísima atención, cuaderno en mano, en varias cosas:
- A qué hora llegaba yo y cuánto tiempo tardaba en preparar todo para sentarme a concentrarme
- Cuánto tiempo tardaba en lograr concentrarme y entrar en estado de flow (o lo más cercano a eso; no siempre lo logro)
- A qué hora llegaban Las Personas
- Cuánto tiempo duraban las conversaciones de cuarto a cuarto / los saludos / las “interrupciones” / el ruido en general (he notado que cuando la gente llega a su casa hace mucho ruido pero poco a poco, conforme se va enfocando en alguna actividad, el ruido disminuye).
- A qué hora me daba hambre (yo con hambre ya no puedo concentrarme ni ser feliz)
- A qué hora me daba sueño
Y así, con esta información y otras observaciones antropológicas tanto de mí como de las circunstancias, pude elegir más conscientemente qué hacer en ese momento, de 7 a 10pm.
Tenía varias opciones:
- Pedirle a Las Personas que cuando llegaran no hicieran ruido y/o encerrarme en mi cuarto y poner un letrero de no molestar (esto podría funcionar, pero entre más personas son, más difícil es modificar su comportamiento). (Además, la manera más fácil de mejorar una situación ajena a nosotros es cambiar cómo nos sentimos al respecto).
- Salir durante esas horas y llegar cuando estuvieran dormidos (este… no).
- Llevar a cabo una actividad que de cualquier forma tuviera que hacer pero que a) no importara si me interrumpían y b) no necesitara de un periodo largo de concentración mental.
- Resignarme y ver mi feed de Instagram hasta el día siguiente.
Al final me decidí por dejar de nadar contra corriente e hice una lista de cosas que cumplieran los requisitos que puse en 3., es decir, algo que de cualquier forma necesitara hacer y que no requiriera del silencio por un tiempo prolongado.
Ahora, cuando llego a mi casa a las 7:00 pm y noto el silencio de ser la primera en llegar, soy más consciente de que no durará mucho y me apuro a aprovecharlo, sabiendo que en cuando la primera Persona entre por la puerta el ambiente cambiará.
Además, busqué concienzudamente un nuevo momento para La Actividad Enfocada que quería llevar a cabo, con la finalidad de que no se quedara sin hacer. (Casi siempre es leer o escribir, soy súper predecible, ya lo sé).
Este simple (jaja, simple) cambio ha hecho que dejen de incomodarme las “interrupciones” de las otras personas (que de cualquier forma solo son intentos por satisfacer la muy humana necesidad de comunicarse y conectar), y me ha hecho sentir que tengo más poder sobre mi vida y mi tiempo, que puedo tomar decisiones de manera deliberada y que me puedo adaptar a mis circunstancias.
Yeah, baby.
Claro que no siempre funciona así y muchas veces se me olvida, o a veces yo misma llego haciéndole ruido a las Personas; a veces necesito usar ese tiempo y les pido por favor que no hagan ruido (y a veces me hacen caso y otras no).
Pero la idea ahí está, y los recuerdos de los momentos en que «el plan ideal» ha funcionado y salido bien me ayudan a seguir buscando la satisfacción que he llegado a sentir al final del día, esa sensación de:
Wow, hoy hice un montón de cosas que quería hacer y hasta lo disfruté; me siento orgullosa de mí misma.
Tu turno:
¿Cómo influyen las personas que te rodean en tus niveles de concentración?
¿Estás intentando concentrarte para aprender [idioma] o hacer lo que sea mientras hay una situación que no lo favorece?
¿Qué circunstancia o momento de tus días podrías observar para obtener más información y tomar decisiones más conscientes?
A mi todo esto se me hace extraño y exagerado, la verdad es que yo no tengo ningun problema con mi familia, yo tengo mi cuarto y nadie puede entrar sin antes golpear y en general no somos muy ruidosos, asi que ese problema no lo tengo. A su vez tengo otros tipos de problemas, por ejemplo aca en mi barrio, los vecinos estan acostumbrados a poner musica muy fuerte y, si bien a mi no me molesta es imposible concentrarse al 100%.
Lo que si pude notar es que en mi cuarto no me siento comodo para concentrarme, trate de buscar otros lugares en mi casa pero es imposible, porque ahi si tendria distracciones de parte de mi familia, tambien pense en estudiar de noche, cuando ya todos duermen, pero no se si seria lo ideal ya que a veces llegamos a la noche muy cansados por el trabajo, el colegio, o lo que sea y tambien se hace dificil concentrarse.
Nico, entiendo lo que dices… Quizá podrías hacer experimentos para ver qué combinaciones de lugar + horario + nivel de cansancio funciona mejor. También podrías intentar averiguar qué es lo que hace que tu cuarto no sea cómodo, o hacer una lluvia de ideas para encontrar otros lugares incluso fuera de tu casa, ¿tal vez? No sé, son solo ideas. Saludos
Pasé algo similar.
Mi cuarto queda cerca a la sala y cuando todos se sentaban a ver la TV en familia, pues el ruido me desconcentraba.
Para ello conseguí tapones para los oídos, y los retiraba cuando debía escuchar algún audio de los libros.
Con lo que realmente lidio es con el tiempo y la procrastinación. Después de cenar suelo tomar una pausa para no empezar a estudiar tan rápidamente, y no pocas veces esa pausa ha durado horas de navegación en internet. Pero ya voy superándolo.
Mi mayor reto es sentarme y empezar, luego de eso todo fluye.
Hola, José Eduardo. Entiendo perfectamente esa necesidad de tomar pausas después de comer antes de estudiar, y cómo se pueden ir las horas aunque realmente tengamos la intención de sentarnos y empezar.
Totalmente identificada . En mi caso vivo en una residencia y además hay niños así que te puedes imaginar la situación . Por situaciones de la vida he tenido que cambiar mis horas de estudio de la noche a muy temprano en la mañana (soy una night owl XD ) . Todos están dormidos y el silencio es pleno . Me ha costado cambiar mi rutina pero creo hay que aprender a ser flexibles y movernos al son de las dificultades de la vida .
Gracias, Rosa! Qué bueno que pudiste adaptarte 🙂
Algunos estudios indican que estudiar/saber un segundo idioma hace que sea más fácil hacer bien dos cosas a la vez. ¿Será que aprender otro idioma nos hace expertos en la multitarea o crees que nos frustramos tanto que personas que hablan sólo un idioma?
¡Saludos!
Laura, yo creo que depende de cada persona, y depende de las dos «cosas» que intentemos hacer a la vez… Yo en lo personal definitivamente necesito hacer una cosa «importante» a la vez, o de otra forma ni lo disfruto ni lo hago bien. ¿Y tú?