Dos mil dieciséis en retrospectiva 1/3

El mes de abril terminó, lo que significa que es hora de hacer el primer recuento del año. La segunda parte será publicada a finales de agosto y la tercera a finales de año, en diciembre.

El objetivo de estos recuentos es 1) hacer un esfuerzo por plasmar mi vida, lo cual me permite ver qué va bien y qué puede mejorar, así como recordar lo que he hecho y me ha pasado; 2) que me conozcas más, 3) contagiarte las ganas de escribir algo similar 🙂

Enero

Como ya es prácticamente tradición para mí, cuando inició enero decidí no hacer «propósitos» de año nuevo ni nada por el estilo. Solo me plantée un par de intenciones para cómo quería que fuera el año y a partir de ahí todo fue viento en popa.

Obvio no, es broma.

En realidad fue un caos. El 5 de enero recibí una oferta que no pude rechazar (lol) que hizo que considerara cambiar radicalmente mis ideas para el año y me llenó de muchísimas ilusiones.

Y después, el 6 de enero, recibí un correo en el que esa oportunidad se volvió imposible, lo cual que me regresó a mis planes originales, con el añadido de un montón de aturdimiento y un poco de tristeza por un tiempo.

Ahora que lo pienso, fue un inicio de año muy extraño, como cuando te despiertas en un lugar que no conoces bien y tardas un poco de tiempo en recordar qué haces ahí y por qué sientes que tu cama está al revés.

Febrero

En febrero, entre otras cosas, visité una institución llamada “Alimento para todos” en el oriente de la Ciudad de México.

Lo que hacen ahí es recibir comida que los supermercados ya no pueden o quieren vender (aunque sigue buena) y gracias a personas que donan su tiempo y su dinero, llevan esos alimentos a grupos que realmente los necesitan.

Yo tuve la oportunidad de ser voluntaria durante unas cuantas horas, y fue una experiencia realmente grata.

Desde hace algún tiempo, tengo la terrible idea de que no me siento tan útil como me gustaría, y ser voluntaria me ayudó a sentirme útil al fin.

Me cuesta trabajo hablar sobre esto porque siento que para muchas personas decir que fueron voluntarios o que hicieron actos “humanitarios” es una forma de presumir, de decir indirectamente Mira, yo soy mejor que tú.

O al menos mucha gente lo siente así.

Pero de verdad yo no pienso eso, para nada. No me siento como una persona superior solo por ser voluntaria o por ayudar a los demás.

Ay, ni siquiera sé por qué estoy escribiendo esto último, ahora parece que lo siento y que lo digo para que no parezca que lo siento. 

En fin, sé que comprendes 🙂

En febrero también fui a una cata de té de las que organiza Las rutas del té. Siempre me sorprende la capacidad de Marisol para crear experiencias llenas de una profunda belleza y de mucha magia.

Las palabras me quedan cortas, ve a su blog y ve su Instagram para que veas lo que me refiero y lo sientas por ti misma(o).

Marzo

Este mes necesité mucha perseverancia y mucha, mucha resiliencia. Como quizá ya sabes, fue el mes en el que le puse los puntos finales a mi primera guía digital.

Si alguna vez has querido terminar y publicar un proyecto, sabes que no es nada fácil, tanto por razones emocionales como por razones logísticas.

Por lo tanto, me enfrenté a muchos demonios como:

“¿quién crees que eres?” o “nunca vas a poder ser original” o “todo lo que haces apesta” o “a nadie le va a gustar tu guía”

Necesité centrarme mucho para seguir adelante y para no dejarme vencer por ese crítico interno que tengo. Lo bueno es que tengo herramientas para lidiar con los miedos, y gracias a ello pude seguir adelante.

Y claro, con el apoyo de mi accountability partner, quien por cierto me hizo una entrevista en video (ay) super divertida y llena de un par de historias y opiniones mías de la que nunca he escrito en el blog.

En marzo también tuve la oportunidad de ir a ver una transmisión de esta versión de Hamlet y fue una experiencia muy ¿revitalizadora? (ok, la palabra es nourishing).

Nunca había visto a Shakespeare en escena (no me juzgues) y realmente me sentí como una persona diferente antes y después de hacerlo. Poder del arte, activado.

Abril

Después de todo el trabajo que hice y del hecho de que no me dejé caer a pesar de la incertidumbre, publiqué Aplaca tus miedos.

Fue una sensación muy intensa (más bien un conjunto de sensaciones) pero me ayudó el entender-recordar que no lo estaba haciendo por mí, sino que todo lo que contiene fue concebido y está hecho para que otras personas se beneficien de ella, por lo que no publicarla solo por temor era egoísta.

(Eso último lo dice elocuentemente Barbara Sher en este mini video).

Por otro lado, siempre que es el cambio de horario mi organismo tarda varios días en ajustarse y parezco zombie durante al menos una semana porque mis horas para dormir, comer y despertar se ven muy alteradas.

Todavía quiero seguir practicando prever esto (pues pasa dos veces al año), y prepararme para la invasión zombie (duh) haciendo lo más que pueda antes del cambio de horario para que durante esa semana pueda descansar y estar lo más relajada posible.

Abril terminó siendo un mes muy intenso emocionalmente para mí, rompí con varias barreras que tenía (muchas de las cuales me dolió hacer conscientes) y siento que crecí bastante, en general.

También tuve una experiencia con extranjeros que me resultó exageradamente fuerte (de la cual te contaré muy pronto).

En resumen, este primer tercio de año ha sido muy satisfactorio porque he estado en un estado constante de incomodidad (¡como el año pasado!). De hecho, creo que ya ni siquiera me incomoda tanto la incomodidad, de tan cotidiana que la he vuelto. Huh.

Sigo saliendo mucho de mi zona de confort, sigo aprendiendo muchísimo y sigo avanzando para convertirme en la persona que quiero ser (mientras reconozco todo lo que he hecho y a lo que he llegado).

Cosas maravillosas de estos meses:

-que una persona que no me conocía me escribiera de la nada para ayudarme a salir bien en una entrevista

-sentirme cada vez más parte de una comunidad con mis nuevos amigos ❤

-tomar té verde con jazmín sin quemarlo

-salir seguido con I y D

-haber escrito mucho en este blog y en mi journal

-permanecer a salvo de la influenza estacional (contra todo pronóstico)

-encontrar a esta autora de libros bastante extraños pero increíblemente útiles

-darle clases de escritura de ensayo al alumno ideal 😀

-ver muchas flores hermosas en las calles (a pesar de que me dan alergia)

-retomar la amistad con dos amigas muy queridas que llevaba mucho tiempo sin ver

-fui al teatro y amo el teatro y he visto puras obras buenas

-tener suficiente tiempo para descansar y reponerme

-mucha gente mostró interés en Aplaca tus miedos (lo cual anuló por completo lo que temían mis temores)

-encontrar por casualidad dónde venden xoconostle deshidratado (¡Gracias, México!)

-sentir que estoy caminando hacia lo que sueño de mi vida

¿Cómo va tu año? Si estos textos te inspiran a hacer tu propio recuento, me encantaría leerlo en los comentarios

4 comentarios en “Dos mil dieciséis en retrospectiva 1/3

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