Dos mil catorce en retrospectiva 1/3

Como para el año pasado fue todo un éxito, para 2014 también dividiré el recuento del año en tres partes. 1 – abril, 2 – agosto y 3- diciembre. Huzzah!

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A modo de introducción / resumen:

Uno de mis grandes proyectos del 2014 fue (sigue siendo, de hecho) usar todas las cosas que he acumulado a lo largo de los años.

No me refiero a cosas materiales, sino a los libritos en pdf y a los audios que he ido coleccionando durante la lectura de blogs que me han gustado (y otros que no tanto).

Muchos bloggers regalan este tipo de cosas como agradecimiento por sumarte a su lista de correos, o simplemente para intentar agradarte (a veces lo logran) y uno ni siquiera los lee…

Un buen día me di cuenta de que muchos de esos materiales eran cosas que realmente quería leer y usar, por lo que hice el plan de dejar de descargar más cosas para poder enterarme de qué tenía ya.

Hice una lista (mucho más larga de lo que creí) de todo eso, y me di a la tarea de ir revisando todo y aplicando lo que contenían, etc.

La sensación de usar lo que ya tengo siempre me ha gustado, y esta vez no fue la excepción.

Sobre todo porque en un librillo me encontré a Emilie hablando sobre su página de Internet para personas extremadamente incomprendidas que van pasando de una a otra de sus múltiples pasiones y que, para los demás, parecen inmaduros e indecisos pero no lo son (o sea, tal y como yo).

Ella nos llama multipotentialites, pero no me gusta porque no se puede traducir bien al español (¿multipotenciales? ¿multipotencialitos?) y por eso de la «potencialidad» (que me suena como cuando la gente te dice que «tienes mucho potencial», lo cual implica, de alguna manera, que no lo estás usando y pones cara triste).

Yo prefiero el término Scanner porque así nos puso Barbara Sher y yo soy muy su fan dado que su libro Refuse to Choose! hizo que llegara por fin a buenos términos con la idea de que si no logro encontrar un trabajo tradicional para después llegar a la cima corporativa todo estará bien y no moriré exiliada por mis similares.

Gracias, Barbara.

Estos cuatro meses estuvieron llenos de incluir a mi identidad mi parte Scanner, incluyendo todos los retos que eso implica, y todo el potencial (ja, potencial) que he evitado usar por miedo a no encajar, o encajar todavía menos.

Fue un proceso muy arduo—aunque extremadamente valioso y mágico—sobre todo porque… la vida. Y la tesis. Ejem…

Hvidbjerg daybreak

Enero – Preparación

A inicios de año realmente quería terminar mi tesis a finales de marzo y, para aumentar las probabilidades de que eso sucediera, planée todo el año como si para abril ya no tuviera nada que ver con ella.

Puedes decirme ingenua si quieres (yo lo hago) pero en ese momento tenía todo el sentido del mundo.

Entonces, enero fue un mes de preparar todo lo que necesitaba, pero también de darle la bienvenida a cosas totalmente inesperadas, como meterme a clases de [ejercicio], lo cual es exagerdamente raro en mí, y de querer aprender japonés.

Hice todo un plan para ir a la biblioteca, pero al final no funcionó, y avancé lento. Pero avancé. Lento. Sí avancé.

Febrero – Tesis

Según yo iba a arreglar todos mis papeles de la tesis porque ESPARTA pero odio mucho los trámites entonces supuse que era mejor tener la tesis terminada antes de ir a hacer el ridículo cuando me pidieran un engargolado que no tengo. Aún.

Me gusta pensar que fue una buena idea.

Pero lo que realmente hizo que todo fuera mejor, fue ver mucho más seguido a mis amigos.

Barbara Sher dice que el aislamiento es el asesino de sueños, y aunque sigo sin entender por qué eligió esas palabras, realmente entiendo a qué se refiere: no estar rodeado de personas durante mucho tiempo hace que tus ganas por vivir se vayan perdiendo, y lo contrario causa lo contrario: todo se vuelve más ameno, más ligero, más… humano.

Excelente.

Marzo – Tiempo

Como supuse que iba a necesitar organizarme para «terminar mi tesis» en marzo, planeé que este sería el mes del tiempo. El año pasado, este fue uno de mis temas favoritos, pero por alguna razón esta vez se sentía como una obligación.

De cualquier manera me di a la tarea de poner atención en esa sensación de «nunca tengo tiempo para mi tesis» que me venía cazando y para hacerlo, creé la «Liga de amantes empedernidos de sus proyectos abandonados o detenidos«, que como puse en esa entrada terminó siendo la mejor idea de mi mundo.

Funciona funciona funciona. No tienes idea de cuánto funciona.

Es más, si pudiera darte un consejo y sólo un consejo sería el siguiente:

Deja todo lo que estás haciendo ahora y corre a buscar gente.

Lo mejor que puedes hacer por ti y por tus proyectos es encontrar personas que estén en lo mismo que tú.

Si estás haciendo una tesis, consigue un tesis buddy con el que te reúnas una vez a la semana a que hablen de su progreso. Si quieres hacer ejercicio, inscríbete a clases con un amigo que viva cerca.

Mueve todo lo que tengas que mover para encontrar gente que también quiera lograr lo más parecido posible a lo que tú deseas hacer y todo será 253% más fácil.

Creo que existe cierta renuencia a hacer esto porque «OMG, ¿cómo voy a depender de otros para cumplir con mis responsabilidades?», pero en realidad no se trata de eso.

Es usar sistemas que llevan siglos funcionando. Puedes verlo como que una de las razones por la que la mayoría de nosotros terminó la primaria, por ejemplo, es que estábamos rodeados de personas que estaban en la misma situación y bajo la misma estructura.

En fin. Abril.

Abril – Operación H.E.A.L.

No sé de dónde saqué esta idea en enero, pero supuse que sería una buena idea dedicarle un mes a, como las siglas lo indican, habitar especialmente ánimos lóbregos, es decir, a saludar a algunos de mis miedos, de mis fantasmas o monstruos, de mis recuerdos feos, etc.

Como sé que no es tan inocuo meterse con estas cosas, tomé un acercamiento muy ligero y nada lóbrego (no quería tener que ir a dar al hospital).

Lo que quería era una especie de permiso de sentirme mal si algo me hacía sentir mal para aprender lo que pudiera sobre mí.

O, por ejemplo, darle permiso de existir a la frustración terrible de llevar más de dos años «haciendo» mi tesis y el factor !»$@#% no me he titulado, no puede seeeeer.

Además, empecé a sentir mucha ansiedad (de verdad no tuvo nada que ver con h.e.a.l., sino con otras cosas que no merecen la pena ser contadas) y en cierto sentido fue bueno porque me observé desde fuera y aprendí sobre Georgina-con-ansiedad.

Fue interesante notar qué funciona y qué no.

Por ejemplo, para este tipo de cosas siempre me ha funcionado escribir. Escribir libremente, tres páginas por día. Lo que salga, lo que venga y lo que tenga que pasar. Siempre parece que se me va a olvidar, pero es uno de mis mayores recursos, y lo recuerdo justo a tiempo cada vez.

Y no sé si algo de esto influyó, pero abril me regaló el magnífico logro de haber subido un gran peldaño (ok, la palabra adecuada es milestone) de la elaboración de tesis.

Lo que significa que ya no falta mucho para que deje de hablar de eso en mis recuentos del año. 😀

(sí, yo también lo voy a extrañar…)

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En general, no me puedo quejar de cómo se ha ido desenvolviendo este año. A veces mis acciones no demuestan tanta flexibilidad como me gustaría, pero el 2014 me ha dado la oportunidad de ser flexible SIN desviarme de lo que quiero obtener.

Pero definitivamente lo mejor ha sido poder decir:

«¡Yaaaaaay, soy Scanner, no soy la única en el mundo que es así! ¡Hasta hay libros sobre mí!».

Conocerse a sí mismo es lo mejor del mundo, ¿no?

Gracias por leer, es un placer escribir para ti.

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Sigue leyendo las partes 2 y 3 de este recuento:

De abril a agosto de 2014

De agosto a diciembre de 2014

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Foto de Christian