Crónica de una deserción inesperada
o
Sobre por qué dejé mis clases de idiomas
Hace poco más de un año, yo era muy feliz aprendiendo alemán. Diez horas a la semana, dos horas al día de lunes a viernes. ¿Por qué no? Era buena idea porque el primer nivel es el más frustrante y con sólo ir a las clases y poner atención aprendía la lengua.
Hace muy poco tiempo, las clases me empezaron a aburrir. Aguanta. Es un momento espantoso, me decía. Efectivamente, venían momentos geniales en los que el alemán y yo nos fusionábamos y salían chispitas.
Valía la pena aguantar.
Pero, de repente, se volvió insoportable. Pensé en desertar, en dejarlo por la paz. Sin embargo, una voz dentro de mi cabeza me decía:
«No puedes desertar estando tan cerca de terminar el nivel. No tiene sentido. Haz que tu esfuerzo anterior valga». Y luché dentro de mí. Creo que era una cuestión de orgullo.
Y, ahora que lo pienso, creo que justamente por eso deserté. Sabía que si me salía y me daba esas horas extra a la semana, me sentiría mejor, menos presionada, más libre.
Pero, sobre todo, que no estaba dejando por siempre el alemán, sólo las clases. Es curioso, pero a veces se nos olvida que son dos cosas distintas.
Cuando tomé esa decisión, sentí como si hubiera salido del agua para respirar el aire fresco que me hizo notar que estar contra mi voluntad en esas clases me estaba quitando mi pasión por las lenguas, mi ímpetu, mi gozo.
Así, si quieres un día destruir tu pasión por las lenguas, te sugiero lo siguiente:
- Ignora las señales de que te estás aburriendo.
- Engáñate a ti mismo y piensa que te la estás pasando bien cuando, en realidad, no.
- Convéncete de que es una tontería pensar que llevas mucho tiempo sin avanzar o sin aprender nada. (A fin de cuentas, asistes a clases, ¿no?)
- Dale mucha más importancia de la que tiene a un curso, un nivel, un trámite o un examen.
- Piensa que ya es demasiado tarde como para que puedas tomar una decisión de este tipo.
- Imagina que todo mundo te va a felicitar y aplaudir por haber acabado ese nivel y que la calificación que saques será lo más trascendente del mundo. Que cambiará tu vida para bien o que todos tus problemas se solucionarán.
Ahora en serio
Lo que quiero transmitirte es que cumplir con trámites y todo eso no es tan importante como mantener tu gusto por las lenguas en general o por la lengua que estás aprendiendo.
Si no tienes un papel que diga que pasaste de nivel, no pasa nada.
Si pierdes lo único que se necesita, no tienes nada.
Pero no me hagas caso. Decide por ti mismo. De verdad por ti mismo. No te dejes convencer. Si, como a mí, la gente te dice: «Ah, ¡pero tú tienes talento! no nos abandones» o «Ya falta muy poco, aguanta» mientras que tu pasión se está arriesgando, respira y decide.
A veces, cuando las demás personas te dicen lo anterior porque tienen buenas intenciones, es fácil olvidar que no son tú (nadie es tú) y que no saben exactamente cómo te sientes. Escúchate a ti mismo. Está bien.
No me malinterpretes
Sí, hay momentos difíciles, en las clases o con cualquier método que uses y vale la pena aguantar. Cuando simplemente es tan aburrido, insoportable o frustrante que ya no quieres saber nada de nada y te arruina el día, entonces vale la pena desertar.
Tú sabrás cuándo aguantar para que todo sea mejor al final, y cuándo desertar. Sólo no tengas miedo de arruinarlo todo. Muchas veces no pasa nada malo. Ganas libertad o tiempo u otra visión de las cosas.
Confía en ti.
De cualquier manera, ¿qué es lo peor que realmente podría pasar?
Puedes solucionarlo.
Tal vez todo estaba nada más en tu cabeza al final.
O al menos eso me pasó a mí.
__
Lee más:
Más sobre las clases
😉 Me pasó lo mismo con el alemán, llegué al segundo nivel y me di cuenta que definitivamente no iba a aguantar más niveles. Por lo menos lo intenté y me sirvió para entender algunas cositas cuando viajé a Alemania 😉
Qué curioso jaja pero vaya que todo sirve, Alejandra. De eso me he dado cuenta últimamente.
Gracias Georgina por compartir tus experiencias y tus conocimientos de como aprender un idioma.
A mi me paso lo mismo,me sentia presionada por mi esposo por aprender frances ya que nos mudariamos por buen tiempo. Mi primera experiencia fue fustrante, no retenia ,no comprendia y me sentia estresada cada vez que tenia que ir a clases y desaprobe el examen fue lo ultimo que hizo tomar la desicion de dejarlo pero por un tiempo para repasar lo ya aprendido y volver a empezar ya que en el grupo que yo estaba todos eran jovenes y aprendian rapido. Despues volvi mas segura y continue hasta el basico y despues lo deje porque pense que lo continuaria en francia y asi lo hize y me ha servido de base para continuar y ya no me presiono por un diploma ya que se que puedo aprender a mi ritmo y no tengo que competir ni compararme con nadie.
Ya te contare como me va.
Saludos
Isabel
Qué bueno que pudiste encontrar una forma que funcionara para ti, Isabel. Saludos y espero escuchar de ti pronto 🙂
Es un buen consejo 🙂 gracias por compartirlo.
Saludos!
Gracias a ti por comentar! Saludos.