Como sabes, leer es una de las cosas que más me gusta hacer porque me encanta aprender. Ahora que existen los mensajes de texto y Facebook y Twitter, cada vez leemos más en cantidad de palabras, pero menos en profundidad. Y realmente creo que a medida que no leamos textos un poco más complicados, algunas partes de nuestro cerebro se van atrofiando.
Para esta entrada hablo de leer, pero no de literatura. Hoy, «leer» no significa «leer el Quijote«. Piensa en libros de no ficción o en artículos de opinión y ese tipo de cosas.
Para qué leer
Seguramente te digo nada nuevo si te digo que leer te hace bien. Que te ayuda a pensar, que bla bla bla. Sin duda es importante, pero… ¿sabes por qué?
Leemos para obtener información.
No sé qué hayas oído, pero algo es cierto: el conocmiento te da poder.
Si tú sabes dónde hay un banco, eres más poderoso que quien te pregunta porque no sabe. Si sabes usar una computadora, tienes más poder sobre ella que alguien que nunca había visto una.
Hay información que puedes obtener por la experiencia (ensayo y error), pero si todo lo que necesitas saber lo reduces a esto, te puede llevar la vida entera comprender cómo funcionan ciertas cosas.
Aquí entra la lectura: cuando lees un texto, es porque alguien lo escribió (sí, te lo juro 😀 ). Ese alguien se tomó el tiempo de escribirlo porque quiere comunicarte algo que cree que vale la pena que sepas.
Normalmente se escribe para explicar algo con el fin de ahorrar tiempo de búsqueda y de ensayos-y-errores al lector.
Cómo leer
Lee, pero no cualquier cosa. Primero, empieza por tus intereses:
- Actualmente, ¿qué te gusta o te llama mucho la atención? ¿Sabes mucho de eso? (siempre puedes saber más).
Si no, empieza leyendo el artículo de Wikipedia y después ve a las «Referencias» y fuentes que cita. Siempre puedes ir a una biblioteca y buscar libros sobre ese tema. - Sigue tu curiosidad: ¿Un tema (o autor, o palabra, o título de libro) atrajo tu curiosidad? Perfecto. Ahora tienes un nuevo interés que puedes nutrir.
- Busca más sobre eso para ver si te gusta o no. No somos capaces de imaginar cuántas cosas hay que podrían interesarnos, gustarnos o apasionarnos. Y al contrario: si un texto no te gusta, no lo leas, no tiene caso.
- ¿Con qué otra cosa que sabes puedes relacionar el contenido del texto? ¿Estás de acuerdo con el autor? ¿Por qué?… y deja que tu pensamiento fluya.
- Pon toda tu atención en el contenido, en el mensaje. Lleva cierto tiempo concentrarse. Entre más silencio haya a tu alrededor, mejor. En poco tiempo no te costará trabajo hacerlo. Por otro lado, si una palabra o concepto desconocido hace que te pierdas del contenido, busca de qué se trata. (La versión en línea del diccionario de la Real Academia Española te ahorrará mucho tiempo.)
- Cuando acabes un texto, pregúntate qué entendiste y haz un mini resumen mental. Las primeras veces que intentes esto (si no se te olvida), opondrás resistencia. Tu cerebro se rebela, no quiere pensar. Pero si te esfuerzas y lo logras hasta que ya no te cueste trabajo, habrás adquirido LA herramienta por excelencia para aprovechar el tiempo en el que lees.
Leer en otras lenguas
Una gran herramienta para mejorar tu aprendizaje de otras lenguas es leer sobre el lenguaje/la lengua. Como estás aprendiendo otra lengua, saber cómo funciona el lenguaje, el proceso de adqusición de lenguas, la motivación, entre otras cosas, te puede hacer muy exitoso en ello.
No temas por no poder encontrar esa información, estás en un blog completamente dedicado a eso ;).
El hábito de la lectura
Si no lo tienes, no hay ninguna razón por la que no puedas comenzar hoy a hacer pruebas para adquirir este hábito:
Consigue un libro (de preferencia) que te dé curiosidad y que has pensado «Mmmm, me gustaría leer este libro si tuviera tiempo».
Escribe todo lo que haces en una semana normal hasta que te des cuenta de en qué momentos tiempos media hora libre al día. ¿Antes de dormir? ¿Después de comer?
Decide que vas a apartar ese tiempo para leer y hazlo: Lee media hora al día (no menos porque se te puede olvidar) los siguientes 7 días.
Observa muy bien si hay algún momento en el que quieras dejar de leer para saber por qué:
¿te da sueño?
¿no puedes poner atención?
¿el libro que elegiste no te gusta?
¿te acuerdas de tus obligaciones que no has hecho?
y una vez que identifiques la causa, trabaja para solucionarla o para encontrar algo mejor.
Si no te surge ningún problema después de los 7 días, sigue leyendo y busca más libros o artículos o lo que sea y cuando menos te des cuenta tendrás un hábito y leerás sin pensarlo.
En resumen:
Leer es fundamental porque te da información, que se traduce en poder.
Deja que tus intereses te lleven por ideas desconocidas hasta que halles algo de lo que quieras saberlo todo.
Comprende lo que lees y reflexiona al respecto.
Lee para entenderle a todo lo que puedas.
Consigue el hábito de la lectura.
__
Lee más:
Habilidades–Escribir
Instrucciones controversiales para leer en otro idioma
__
Foto: ashleyrose
Lo más interesante de esta entrada es su posible aplicación no únicamente al aprendizaje de lenguas, sino a varios ámbitos más sobre el estudio y enseñanza de algo. Un abrazo =)
Sí, ese es el punto. Leer nunca dejará de ser lo de hoy. =) Gracias.